Antiguo caravasar de la ruta de la seda en la ruta desde Capadocia a Konya
Turquía 2004.3º día de viaje
Hoy dejamos atrás la Capadocia rumbo al castillo de algodón de Pamukkale. Es una jornada de viaje larga y dura por el calor aunque sabemos que el destino final merece la pena.
Salimos temprano y nuestra primera parada en ruta es un CARAVASAR o antigua POSADA DE LA RUTA DE LA SEDA. Estas posadas datan de la época medieval y se encuentran cada 30 Kilómetros, que es el equivalente a una jornada de viaje a camello. En nuestra ruta pudimos visitar 3 y son todas muy similares. Construidas a modo de fortaleza las habitaciones y aseos rodean un patio presidido por una fuente para abluciones. Al fondo están los establos y el almacén de mercancías. Por motivos de seguridad cuentan con un único acceso, normalmente decorado con imitaciones de estalactitas.
A media mañana llegamos a KONYA, una de las ciudades más religiosas de Turquía y que tiene casi un millón de habitantes. En ella está enterrado el “gran Maestro” MEVLANA a cuya tumba peregrinan miles de personas cada año y que es a donde nos dirigimos nosotros. Rumí Mevlana es uno de los filósofos místicos más importantes del Islam: poeta, estudioso, gran devoto y amante de la música de su inspiración nacieron los derviches danzantes, que habíamos visto el día anterior, hace 7 siglos.
Por el camino vemos muchas casas pintadas de color turquesa. El guía nos cuenta que todo musulmán debe peregrinar al menos una vez en la vida a La Meca, pero si no puede permitírselo se contempla la posibilidad de visitar santuarios menores (como este de Konya) y que 7 visitas “equivalen” a un viaje a La Meca. El color turquesa en las viviendas significa que sus habitantes ya han cumplido su “deber” peregrino.
Tumba de Mevlana y su hijo.El tamaño del sombrero importa (ver texto)
Al llegar al MAUSOLEO DE MEVLANA nos cubrimos cabeza y hombros con chales. Nos habían avisado de que hombres y mujeres tenían que cubrirse también las piernas así que ese día íbamos todos muy recatados (y un poco disfrazados…) para el calor que hacía.
Era la primera vez que estábamos en un santuario islámico y estábamos tan absortos en observar ritos religiosos desconocidos para nosotros que apenas reparamos en la delicada decoración del templo o la majestuosa silueta que conformaban las cúpulas con el minarete.
Nuestra atención se centró en los hombres que realizaban las abluciones en el patio, en los grupos de colegialas con cabezas cubiertas con pañuelos blancos que alegremente se dirigían a ver la tumba del “gran maestro”, en la gente rezando y en como destacábamos los turistas en ese ambiente de devoción.
Descalzos entramos en el santuario donde están las tumbas de Mevlana y su hijo. Un grupo de unas 30 personas rezaba en pie frente al sepulcro, que mira a la Meca, y está presidido por un gran sombrero con forma de cono que sale de un turbante. Nos sorprendió bastante. Cuanto más grande es el sombrero, mayor es la autoridad espiritual del difunto y este es enorme. Antiguamente se llenaba un cuenco con agua de lluvia del mes de Abril y se empapaba la punta del sombrero funerario en ella para ofrecérsela a los enfermos.
Después visitamos el Museo de Mevlana en la sala adyacente, donde pueden verse distintas prendas y objetos usados por el sabio del que un par de días atrás no sabíamos nada. Tras hacernos unas fotos con un grupo de estudiantes volvimos al autobús con un montón de dudas sobre el islam que esperábamos ir despejando en días sucesivos.
Ese día comimos en un restaurante de carretera donde se estaba celebrando una boda y sin mucha pausa continuamos la ruta: había que llegar a Pamukkale antes de la puesta de sol.
Circuito por Turquía: el castillo de Algodón de Pamukkale
texto y fotografías © O ViaxaDoiro,2011
Comentarios anteriores a marzo de 2014
Teño que deixar aquí a lectura porque é hora de irme, pero me está encantando (creo que a túa forma de escribir ten moito que ver) e penso seguir na casa.
Nos vamos a facer p mesmo viaxe dentro de pouco máis dunha semana… estamos ansiosos de emprender esta aventura porque polo menos eu levo anos con gañas de coñecer Turquía… e ti me está poñendo os dentes máis largos ainda… Algún consello ademáis dos da narración?
Lunes, 27 de junio de 2011 | 12:06