
Vistas del Douro desde la terraza de la Quinta de la Rosa en Pinhao
Tras pasar la noche en Pinhao y desayunar en la terraza de la Quinta de la Rosa disfrutando de sus magníficas vistas nos dirigimos a Favaios: un pueblo a unos 12 km de Pinhao hacia el Norte, famoso por su vino tipo “lágrima”, es decir, blanco.
Éste es uno de los pocos casos en que la gente del lugar se ha unido para formar una cooperativa.Cosa muy difícil, en una tierra donde los señores administraban las fincas y los lugareños las trabajaban.
El pueblo de Favaios es muy bonito, y por la zona hay también otras bodegas donde se puede degustar el vino.
La siguiente parada fue Celeirós, donde se celebraba la fiesta de la vendimia en la conocida como gran “lagarada” de Celeirós. Es uno de los pocos sitios donde se celebra al modo tradicional, en unos lagares de piedra que datan del siglo XVI. La gente estaba vestida con trajes regionales y había colocado unos puestos de comida y bebida. Paseamos por el pueblo y decidimos seguir hacia el palacio de Matheus, porque la fiesta era por la noche, y a esas alturas esperábamos ya estar en casa.
El palacio de Matheus está en los alrededores de Vilareal.Todos aquellos que desde pequeños hemos ido a Valença, conocemos la típica botella de vinho verde de Matheus que en la etiqueta tiene un dibujo del palacio.
Merece especialmente la pena los jardines, la verdad es que son alucinantes y el mayor exponente de como la naturaleza puede ser modelada al antojo del hombre. El paseo de los tejos es realmente espectacular, parece sacado de un cuadro de Munch….Se acercaba la hora de comer, y nos dirigimos a Vilareal donde comimos bacallau y cabrito, dos clásicos,por menos de 12€ cada uno.La siguiente parada fue en Amarante (a unos 35 min) un pueblo realmente bonito, que ya conocíamos de otras escapadas y que nos quedaba de camino.Es un pueblo que está muy cuidado, tiene unas iglesias,un convento y un puente medieval que de verdad merece la pena conocer.
Es muy turístico en Portugal, y un domingo de feria estaba hasta arriba de gente.
Decidimos unirnos a la romería y nos montamos en una patineta para dar una vuelta por el río. El artilugio en sí es muy ingenioso, un volante, unos pedales, unas sillas de plástico y una sombrilla en las que se pueden subir hasta 4 personas, increíble! Pero la verdad que fue muy divertido y pudimos hacer unas fotos desde el rio muy interesantes.
Después de echarnos unas risas, cogimos el coche y nos dirigimos hacia Oporto para coger la A28, la autovía del atlántico en dirección a Vilanova da Cerveira -Valença y luego ……..Galicia.
texto y fotografías© O ViaxaDoiro,2010