Detrás de una gran obra de arquitectura siempre tiene que haber un buen cliente, y eso no quiere decir ni mucho menos, que tenga que ser sumiso o no “entrometerse” en la labor del arquitecto, si no al contrario: un buen cliente es aquel que se deja convencer y que a la vez te convence, es aquel que deja hacer pero también hace y de la mezcla y del entendimiento de dos genios, como es este caso, se llegan a alcanzar proyectos que, sin ninguna duda, trascienden en la historia.
Nunca habíamos visitado ningún edificio de Libeskind, su obra más emblemática se encuentra en Berlín: el museo del holocausto judío, y después del 11 de Septiembre fue el encargado de elaborar el proyecto para la reconstrucción de la zona cero, en New York. (obra que más tarde no se realizaría por la injerencia de los propietarios de los terrenos). Por esta época un edificio de menor escala se estaba gestando: el Studio Weil en el Port d´Andratx (Mallorca), de momento el único edificio de este conocido arquitecto en España.
Fue a través de la obra de Libeskind como llegamos a Barbara Weil, una pintora y escultora nacida en Chicago que desde los años 60 reside en Mallorca y que amablemente aceptó reunirse con nosotros y hablarnos de su obra y del edificio que la acoge.
Port d´Andratx 16 de Agosto de 2011
A las 12:00 en punto de la mañana, Bárbara cruzó la calle que separa su casa de su estudio para acercarse a nosotros y presentarse cordialmente. “Le he dicho a mi familia que tenía una reunión muy importante” dijo entre risas. Enseguida entendimos que poder volver al trabajo era para ella todo un alivio.
Bárbara Weil es una mujer menuda, tostada por el sol y el viento del Mediterráneo, de ojos verdes penetrantes que muestran su espíritu jovial y divertido y pelo rojo fuego bajo un sombrero de paja mallorquín.
Durante más de una hora estuvimos haciendo un recorrido por la obra de Bárbara: sus primeras pinturas de colores intensos “ las pinté directamente sobre el lienzo, sin imprimación y siempre dejo zonas blancas, sin tocar, son necesarias para dar aire a la composiciones” No revela que hay detrás de sus líneas “cada uno puede ver lo que quiera, me gusta cuando los críticos dan su opinión y ven cosas que yo no había visto, siempre es una sorpresa” sonríe…
Fantásticas son sus esculturas de cartón y fiberglass (fibra de vidrio), material inventado en los años sesenta y que Bárbara adoptó rápidamente. Los cubre con lacas para conseguir apariencia plástica, metálica, de goma… “si, es lo bonito, parece metal pero no lo es y queda muy bien” dice mientras acaricia suavemente sus esculturas. También ha trabajado mucho la pintura sobre soporte metálico lacada con pintura para coches “yo diseño todo, y las pinturas las aplican expertos con pistola, es una técnica muy complicada”
Mientras íbamos poco a poco adentrándonos en su universo estético Bárbara quitaba importancia a su obra, con ese desparpajo que tienen los americanos para reírse de sí mismos. Disfrutamos como niños buscando guiños o referencias a objetos conocidos, siluetas que desparecían de una obra para aparecer en la siguiente y admirando los vivos colores.
Y mientras hacíamos el recorrido, hablábamos de todo: del trabajo, de la familia, de Mann (el alemán de Camelle), de Miró, Charles y Ray Eames, del Prestige, las nuevas tecnologías…A pesar del idioma nos entendíamos perfectamente y el tiempo parecía volar. Al final de la sala principal, una serie de autorretratos de cuerpo desnudo de una mujer que ya se había desnudado ante nosotros enseñándonos su obra, lo cual implica un mayor grado de intimidad.
Al salir al jardín, recordamos que nuestro objetivo era en un principio conocer el edificio y volvemos a hacer fotos. Un gran hueco enmarca el paisaje de Andratx, en otro tiempo mucho más virgen y hoy masificado por un ingente número de viviendas construidas en las colinas sin ningún orden. “En los últimos años ha cambiado mucho, ya no hay el ambiente artístico de antes. Vino mucha gente que quería casas grandes, coches grandes…hoy lo que quieren es venderlos” En este hueco solo queda gravitando una de las tres esculturas que diseñó Bárbara, y que fue la única que soportó el último temporal. “tengo que arreglarlo, quedaba tan bonito…” Le preguntamos si el hueco había sido proyectado expresamente para albergar las 3 figuras. “no, a Libeskind no le gustan. Él prefiere el hueco vacio, pero es mi edificio y mi me gusta exponer mi obra” y sonríe de nuevo…Resulta curioso que el elemento mas reproducido de este edificio y el que para nosotros muestra la perfecta integración de arquitectura y escultura no sea del agrado del arquitecto.
Nos cuenta que fue Libeskind el que la convenció para hacer el estudio un día que estaba de visita en el taller que tiene en su casa, son amigos “antes venía más, desde lo de Nueva York está 5 días a la semana viajando” Las escultura de dos mujeres, procedentes de un conjunto de 9 figuras creadas para una exposición en Chicago, contrastan sus vivos colores con el blanco del hormigón visto del edificio, junto a una escalera que fragmenta el volumen y lleva a la planta superior creando un balcón con vistas al Mediterráneo. Escultura y arquitectura conviven en armonía y se enriquecen la una de la otra.
Animados por la confianza que nos transmite, le comentamos a Bárbara que las mujeres parecen dos percebes gigantes, y que los percebes son el animal con el órgano sexual más grande, en proporción a su tamaño ( más de 2 metros en algunos casos). Ella suelta una carcajada divertida al grito de inspiración!!!, INSPIRACIÓN!!!
En el piso de arriba predominan los lucernarios, y bajo el principal de todos ellos una escultura que recuerda a Audrey Hepburn en desayuno con diamantes “es mi dama querida”. El cine, siempre ha sido un referente para nuestra anfitriona, hoy en día, obsesionada con la película de Lars von Trier el Anticristo “Is thrilling” (da mucho miedo) y de la que ha hecho una serie de láminas sobre distintos fotogramas del film. Los idiotas, del mismo director también ha sido fuente de inspiración para Barbara “Inspiración, necesito inspiración, siempre estoy buscando…” No sé por qué, pero no me extraña en absoluto que le inspire la obra tan provocadora de este director de cine.
Hora de brindar, nos traen un poco de vino blanco fresquito para mitigar el calor del Mediterráneo al que no estamos acostumbrados. Sobre la mesa, libros y revistas con artículos sobre la autora y sus exposiciones. La mayoría de medios extranjeros. Nos sorprende el escaso reconocimiento que se le da a esta genial autora en nuestro país, a pesar de que lleva más de 40 años viviendo en Mallorca.
De Galicia, nos habla con cariño de Camilo José Cela, que le dedicó 5 palabras.”Cinco palabras de un Nobel” nos dice con admiración.
Sirve el vino en unos vasos de té turco, “tomad todos los que queráis” consciente del tamaño de los vasos. Y así lo haríamos, sino tuviésemos que conducir. Alzamos los vasos y gritamos los tres al unísono: por los PERCEBES!!! y estallamos de nuevo a reír.
texto y fotografías ©oviaxadoiro 2011
Si quieres saber más sobre nosotros y a que nos dedicamos te invitamos a visitar la web de nuestro estudio de arquitectura en Pontevedra.
Otros artículos de arquitectura en este blog viajero que quizás te interesen:
Escapada a Braga:3 obras de Souto de Moura