A la mayoría de nosotros si pensamos en molinos rapidamente nos vienen a la cabeza los molinos de viento contra los que luchaba Don Quijote o incluso los aerogeneradores que han colonizado nuestros paisajes en los últimos años.
Pero en Galicia, como en muchos otros lugares, los molinos tradicionales no eran de viento, eran de pedra e auga, pedra (piedra) para construirlos y auga (agua) para moverlos y ese es precisamente el nombre que recibe la ruta que hicimos hace un par de domingos escapando del calor veraniego.
La “ruta da Pedra e da Auga” discurre a la vera del río Armenteira y solo en el tramo que recorre está senda hay más de 50 molinos algunos totalmente abandonados y derrumbados y otros restaurados con fines etnográficos.
Al final del recorrido una de las joyas de la arquitectura religiosa gallega: la cisterciense Abadía de Santa María de Armenteira habitada desde hace unos años por una comunidad de monjas de la orden de San Bernardo que venden jabones, galletas y cedés grabados por ellas, además de tener una hospedería.
Tanto de espectacular tiene el final de la ruta como de anodino su comienzo: una rotonda en un desvío de la autovía a la altura de Barrantes donde han instalado una caseta de infomación turística.Lo bueno, que hay sitio para dejar el coche mientras hacemos la excursión.
El primer tramo cruza un par de veces la autovía, lo que le quita cierto encanto a esta parte del recorrido y por lo que pudimos ver hay gente que se incorpora pasado un kilómetro más o menos en la siguiente rotonda conocida como “la de la subida a Armenteira” (Abajo lo explicamos con detalle)

El primer tramo de la ruta no es mejor, paisajísticamente hablando, pero tiene momentos como este, pasando bajo un emperrado cargado de uvas.
A partir de ahí el recorrido es una auténtica gozada.Se camina siempre acompañados del río,que va creando su propio paisaje de reflejos y saltos de agua a la sombra de alisos, alcornoques, avellanos y robles.
De vez en cuando aparece entre la vegetación un molino, una pequeña aldea, un aserradero…sencillas construcciones de piedra y agua que nos hablan de otros tiempos en los que la ahora ruta senderista debía tener una activa vida agrícola.
Pero no solo nos encontramos construcciones. En esta ruta también nos salen al paso leyendas y historias como la de un hombre que se suicidó en el río por amor: era perito y se lanzó desde un puente.(Debió morir del golpe porque la verdad es que allí cubre muy poco).
Pasado el aserradero hay una poza perfecta para darse un chapuzón y descansar un rato.
La ruta entera nos llevó unas 6 horas ida y vuelta, tomándonoslo con mucha calma:paramos a tomar una cerveza en la “Aldea labrega”, nos dimos un baño en una pequeña cascada, comimos en Armenteira, reposamos a la sombra de un árbol y hicimos muchas fotos de bichos que es un entretenimiento tan bueno como cualquier otro.
Si os animáis a hacer esta ruta, aquí os dejamos algunos datos prácticos.
DATOS PRÁCTICOS
- Esta Ruta se conoce también como la PR-G 170 y está perfectamente señalizada en todo su recorrido.
- Es una senda apta para cualquiera que esté en un mínimo estado de forma.Eso si, el recorrido completo son casi 7 km y hacerlo ida y vuelta (14km) como lo hicimos nosotros deja agujetas.
- En la caseta de información turística de la rotonda de Barrantes (cruce de las carreteras PO-9305 y PO-9405)explican esta y otras rutas posibles y reparten folletos.
- Si quéreis ahorraros un tramo de la ruta podeis incorporaros en la rotonda de “la subida a Armenteira” en la Autovía del Salnés a la altura de la PO-9405
- Casi al comienzo de la ruta, enfrente de uno de los primeros molinos hay un petroglifo, que aunque está indicado no es difícil pasar de largo.
- A medio camino está la “Aldea Labrega” donde hay cafetería, baños y área de juegos infantiles.
- En todo el recorrido hay carteles explicativos de la fauna y flora existente, de las edificaciones, alguna leyenda y en muchos tramos ¡farolas y barandillas!
- El primer tramo puede hacerse en bicicleta, de hecho nos cruzamos con varias, pero hay que abandonar la senda un par de kilómetros antes de llegar a Armenteira porque allí la ruta trepa por las rocas y no queda más remedio que hacerla a pie ( o en burro, pero no vi ninguno).
texto y fotografías ©viaxadoiro
Y si buscas un lugar donde alojarte…
Como buena página española hay de todo menos contenido práctico. ¿Habeis oido hablar de algo llamado «mapa»? Es algo que a la gente en países civilizados le supone la MITAD de la diversión de recorrer una ruta. ¿Vosotros creeis que disfrutais algo sin un mapa sobre el que construir la fantasía de la exploración de un lugar nuevo? Si es así, que supongo que lo será pues es como una maldición lo de los españoles y los mapas, no teneis ni puñetera idea de lo que os estais perdiendo. «Blog de viajes» se hacen llamar, mi madriña…
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Tenéis que poner lo de agrararia 😠😠😠😠😠
De parte de alejandraaaaa
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Hola Alejandra, gracias por comentar pero no sabemos que es lo de agrararia, ni porqué te enfadas tanto 😳
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