Hace 4000 años nuestros antepasados dejaron constancia de su existencia, labrando en rocas de granito de puntos elevados de nuestra geografía, en zonas donde el hombre se podía poner en contacto con los mismísimos dioses, dibujos con una carga simbólica totalmente desconocida en nuestros días.
Para adentrarnos en este misterioso mundo nos dirigimos al PARQUE ARQUEOLOGICO DA ARTE RUPESTRE DE CAMPO LAMEIRO (PAAR)
Edificio que alberga el museo, los talleres y aulas didacticas del PAAR
El edificio que alberga museo, tienda y talleres es obra del estudio rvr que ganaron el concurso para la realización del complejo. Es un edificio bien implatado, muy pétreo, como un animal fosilizado,como un celacanto según los autores, con un porche de acceso que enmarca el paisaje boscoso recientemente recuperado (antiguamente de eucaliptos y toxos), y hoy en día con carballos y especies autóctonas, reinterpretación arqueológica del territorio tal y como estaba en la edad de bronce.
Dentro del edificio ( 6€ la entrada al museo,2€ la visita guiada por el parque) se puede ver la labor arqueológica de Ramón Sobrino Buhigas, los estudios arqueológicos hoy en día y reproducciones de las armas, instrumentos, ropas y viviendas de la época que se muestran a lo largo de la sala principal.Es una sala muy sobria, de gran altura e iluminada cenitalmente, donde los stands te van marcando el recorrido. Nos llama especialmente la atención el proceso de elaboración de los petroglifos, y es que a pesar de lo que pueda parecer no usaban cinceles al uso (como los canteros actuales), sino que se valían de lascas de cuarzo, más duro y afilado que el granito, y que se encuentra muy fácilmente por la zona.
A la una tenemos marcada una visita guiada por los petroglifos de fuera así que aceleramos el paso y tras ver el video a tres pantallas que compara los yacimientos gallegos de arte rupestre con los de otros países de todo el mundo salimos escopetados al porche de acceso donde nos espera Alexandre, el guía.
Aunque parecía que íbamos a ser los únicos poco a poco se fue uniendo gente hasta formar un grupo de unas doce personas. El tiempo no perdona, y la lluvia empieza a caer, «hemos tenido suerte» ,dice Alexandre, con la lluvia se ven mucho mejor los petroglifos (no se consuela quien no quiere) Pero es verdad, se ven algo mejor, aunque creo que la mejor manera de verlos es por la noche, a la luz de las linternas (visita que se puede hacer en verano de 20:00 a 22:00 y que dejamos para otra ocasión).
El recorrido dura hora y media, aunque creo que sobran unos 40 minutos y se hace un poco largo. Sin duda el más espectacular es “o petroglifo dos carballos” que debe su nombre a los árboles que lo rodean y lo enmarcan, está en muy buen estado de conservación porque estaba enterrado bajo tierra. El elemento más significativo es un enorme ciervo, con una gran cornamenta, con unas lanzas en el lomo y una especie de soga al cuello que casi con seguridad reflejan una escena de caza.
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Petroglifo dos Carballos
El de “os Cogoludos” es más enigmático, con esos laberintos que se entrelazan, y en un lateral dos hombres a caballo ( se sabe por la cola,según el guía ). Curiosamente nada más salir de esta estación vemos unos caballos, encargados de mantener en orden la vegetación.» Los turistas nos dicen que porqué no tenemos ciervos”, nos dice Alexandre con una media sonrisa, pero creo que después de ver tanto ciervo grabado en roca hasta a nosotros también nos parece buena idea.
Petroglifo dos Cogoludos
El recorrido termina en el punto más alto del complejo, desde el que en un día normal se podría ver hasta la ría de Vigo y el monte Galiñeiro,según nos cuentan mientras la niebla nos impide ver más allá de nuestras narices.
Son las 2:30 y hay “fame nejra”, o sea que después de una visita rápida a la reconstrucción de un poblado, nos vamos a comer al único bar de Campo Lameiro a reponer fuerzas y a organizar el programa de tarde.
En el bar nos recomiendan los PETROGLIFOS DE FENTANS, así que los incluimos en un recorrido junto a los de Parada y Caneda. Nos resultaron muy interesantes a pesar de su estado salvaje, sin cuidar y mal señalizados, tal y como debían estar antes los del parque arqueológico. Encontramos los dos más importantes no sin dificultades.
En el laxe das ferraduras, un enorme ídolo (para mí un enorme dedo con su uña y todo) y una espada, en una de las caras y en la parte superior unas huellas de ciervo muy definidas. El de Laxe dos Cebros (piedra de los ciervos)está un poco más adelante tiene varios ciervos rodeados de laberintos, que se pueden ver claramente.
Petroglifo de Laxe dos Cebros
Volviendo a la carretera principal, continuamos hasta LA ZONA DE PARADA, que sí está cuidado con su cierre y su camino aunque los petroglifos se ven mucho menos que los de Fentáns. El más elaborado es el de Chan da Lagoa.
La siguiente parada es en CANEDA donde el petroglifo de Matabois con sus espadas nos deja ya un poco indiferentes, ya son demasiados petroglifos…
El recorrido por estos 3 puntos nos llevó unas 3 horas, ya que nos costó bastante encontrar alguno de ellos.Los hemos marcado en el mapa , para que podáis orientaros. Creo que con estos se ven los más representativos de Capolameiro, aunque quedaría el de “a pedra da Boullosa” que no está bien señalizado y habría que hacer un recorrido de unos 15 minutos por el monte.Ante la posibilidad de no encontrarlo, lo descartamos; aunque seguramente merece mucho la pena y lo bucaremos en próximas visitas.
Ver mapa con la situación de los Petroglifos en Campo Lameiro
Laberintos, ciervos, hombres a caballo, hachas o ídolos, se repiten por las colinas de Campo Lameiro, y su significado hasta nuestros días sigue siendo un completo misterio…
texto y fotografías © O ViaxaDoiro,2011
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Martes, 19 de julio de 2011 | 14:23


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Jueves, 21 de julio de 2011 | 13:06