Costa Oeste 2009.11º día de viaje
Hoy es nuestro tercer día en San Francisco y vamos a empezar con algo tan típico que sería impensable abandonar esta ciudad sin hacerlo: vamos a subirnos en el Cable Car que nos llevará a Lombard Street, una calle serpenteante que nunca falta en la listas de carreteras singulares del mundo.

Lombard Street en San Francisco
Para tomar el Cable Car nos dirigimos al cruce de Powell St. Con Market St. Aquí es donde los tranvías hacen el cambio de sentido y está siempre lleno de gente. El vehículo al llegar al final de su ruta para sobre un plato giratorio encastrado en el pavimento. A partir de ahí dos operarios lo empujarán para hacerlo girar 180º cambiando el sentido de circulación.
El sistema es muy ingenioso y resulta singular que se siga manteniendo en estos tiempos tan robotizados. Tuvimos que esperar durante casi 1 hora antes de que llegara nuestro turno para subir y en cuanto lo hicimos nos lanzamos a los bancos laterales. Desde ellos se ve mejor la ciudad y puedes levantarte e ir de pie como en las películas.
El Cable Car es desde 1873 una de las mejores formas de desplazarse por las empinadas calles de San Francisco. El sistema consiste en un cable enterrado que se mueve a una velocidad constante de 15km por hora. El conductor, conocido como gripman o hombre cremallera es el encargado de enganchar y soltar el tranvía del cable para frenar y hacer los cambios de agujas. Es una labor que requiere mucha habilidad y dicen que sólo el 30% de los que se presentan al examen de gripman lo aprueban.
Tomamos la línea 59 en dirección al Fisherman Warf (ver nota sobre rutas en activo y precio*). Fue una experiencia divertida. El vehículo iba abarrotado y teníamos al lado al conductor maniobrando con la palanca arriba y abajo. El sistema no parece muy seguro pero si en todos estos años no ha pasado nada…malo será. Cuando llegamos a la segunda parada subieron varios frisqueños que se pusieron de pie delante de los bancos. Nos sentimos un poco idiotas ya que podíamos haber hecho como ellos y ahorrarnos la espera pero es el precio de ser un turista. Para la próxima ya lo sabemos… Aún así pasamos el rato probando distintos acomodos…, el mejor de pie agarrados por un solo brazo. Da un poco de respeto, porque los tranvías van muy llenos y no hay mucho sitio para moverse, pero ¿quién puede resistirse?
Disfrutamos del trayecto con las grandes avenidas que siempre me recuerdan a Bullit hasta llegar a Lombard Street donde nos apeamos. La parada es perfecta porque te deja en la parte superior de la calle y puedes ir “ cuesta bajo” (lo contrario debe ser muy cansado&hellip. Esta calle se ha hecho famosa por ser una de las que más pendiente tiene en el mundo. La carretera que discurre por el medio va trazando unas curvas tan cerradas que parece imposible circular por ella y precisamente por esto está llena de conductores sonrientes probando su pericia al volante. La calle es muy pintoresca, no sólo por las curvas sino porque está llena de hortensias y al fondo se ve la torre del COIT. Bajamos tranquilamente por las aceras laterales hasta llegar a la parte inferior desde donde se aprecian mejor los macizos de flores que casi tapan los vehículos. La estampa es bonita y es un buen final para nuestro primer trayecto en Cable Car.
Siguiente parada Haight Ashbury, el barrio hippy de San Francisco!
*Rutas en activo del Cable Car de San Francisco:
-Línea 59(Powell-Manson Line) desde Market con Powell hasta el Fisherman Warf a la altura del muelle 43
-Línea 60 (Powell-Hyde Line) misma salida con fin de ruta en el muelle de Pescadores, a 1 manzana de la plaza Girardelli
-Línea 61 (California Line) recorre la Calle California hasta llegar a Embarcadero
Para subir al cable car puede utilizarse el abono de transporte (MUNI PASS) o comprar un pase por 5$ trayecto.
© O ViaxaDoiro,2010