El municipio pontevedrés de Barro tiene 3.000 habitantes y 3 bodegas.Tocan a mil habitantes por bodega, una proporción que ya quisieran otras zonas mas renombradas.
Con motivo del festivo de la Inmaculada hicimos junto con otros compañeros bloggers una pequeña ruta de media mañana para conocer todas las bodegas del municipio.
Las visitas nos gustaron tanto que hemos decididó dedicarle un artículo.
Bodega CasaLey :familia y tradición
Situada en el bajo de la casa de la familia se encuentra la bodega con más tradición del municipio.

Etiqueta del Albariño CasaLey, con denominación de origen Rías Baixas desde el año 2001
Elaboran un albariño denominación Rías Baixas muy cuidado en el que depositan todo el saber familiar.Ellos cuidan las viñas, seleccionan las uvas, filtran , catan, embotellan, comercializan …
Las mañanas de domingo los vecinos y familia pasan por allí a degustar su vino acompañado de alguna delicatessen de recetario propio como la empanada de zorza y mejillones que probamos ese día y merecedora por si misma de una estrella michelín.
Viña Moraima: Una cooperativa al rescate
Oimos hablar de Viña Moraima por primera vez hace un par de años.Esta cooperativa nacida en 2006 parecía estar de repente en boca de todo el mundo
El culpable, su Moraima Caiño hecho con vides de la delicada uva también conocida como «tinta femia»
Orgullosos de sus cepas prefiloxéricas , del trabajo duro y de tomarse su tiempo antes de embotellar , están dispuestos a sacar del olvido esas variedades de uva arraigadas en la zona pero que se volvieron minoritarias por lo delicado de su cultivo.

Cubas con mosto de las variedades caiño y ratiño para «vinificación experimental»
La variedad ratiño parece estar ahora en su punto de mira.
Durante la visita catamos Aba 2014, Moraima Albariño y Moraima Caiño acompañados de embutidos, pan gallego y la animada charla de los viticultores.
Cabana das Bolboretas: Elegancia y buen gusto
De las tres bodegas que visitamos ese día Cabana das Bolboretas fue la mayor sorpresa. Al contrario de las otras, nunca habíamos oido hablar de ella y además ha centrado parte de su producción en el vino espumoso.
En la cabaña de las mariposas, pues eso significa su nombre traducido al castellano, los propietarios trabajan mano a mano con una pareja chileno francesa que lleva el arte de la viticultura en sus venas.

Botellas de gorgola listas para beber
En una casona de piedra restaurada con gusto encontramos la aparamenta más sofistiscada para mimar su espumoso: Gorgola (preciosa palabra gallega que nombra a las burbujas que se forman en el mar y que sirve desde siempre a los marinos para detectar bancos de sardinas)

Las botellas de gorgola se giran como en Champagne un cuarto de vuelta un par de veces al día. Este cubo se ocupa de ello.
En el porche cubierto de la vivienda probamos su albariño y asistimos encantados al descorche a sable de un par de botellas de Gorgola que catamos de muy buen gusto con salmón ahumado y hojaldres rellenos.
Todo un descubrimiento este el las bodegas de Barro que podría combinarse con una visita a las cascadas y molinos de Barosa, en el mismo concello o con un buen carneiro ao espeto en Moraña.
texto y fotografías ©Viaxadoiro 2016
Que arte ese descorche a sable de la botella, se lo dejas a cualquiera y se lleva media botella por delante :D
¡Un saludote!
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Jejejej si tenía arte si ¡se ve que experiencia no le faltaba! Lo malo que era tan ràpido que no daba tiempo casi a grabar.Gracias por pasarte por aquí y comentar.Ultimamente Jorge y yo hemos estado cotilleando bastante por el tuyo porque tienes ahí un par de destinos que nos interesan ;-)
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