Reflexión acerca de tweets,teléfonos y ascensiones

 

Pirámide de Teotihuacan

Cima de la Pirámide del sol en Teotihuacan (México)

Mi madre tiene una capacidad especial para llamarme por teléfono en los momentos más inesperados e inoportunos. De todas sus llamadas recuerdo una especialmente: acababa de subir 365 escalones (si, uno por año, pero todos de golpe y el equivalente a subir 22 pisos de un edificio normal) cuando aún con la lengua fuera sonó el teléfono:     Hola hija ¿dónde estás? -acabo de llegar a cima de la Pirámide del Sol, mamá

     ¿y porqué respiras fuerte?¿te pasa algo?-es que son muchos escalones y muy empinados…

    ¿y qué se ve?¿es bonito? y ahí por primera vez miré a mi alrededor y le dije-si mamá, es  precioso.

He recordado está anécdota porque hace unos días fue noticia el envío del primer tweet desde la cima del Everest. El protagonista de esta “hazaña” @kentooncool, dijo al respecto: “Yo ya he podido llegar a la cima del Everest 8 veces en el pasado, pero esta es la primera vez que puedo compartir en tiempo real la emoción de lograr esto con aquellos que se encuentran en mi hogar.”

Y yo me imagino al pobre Kenton, agotado tras un esfuerzo sobrehumano, con los dedos congelados y tras haberse hecho sus necesidades encima sacando el teléfono y diciendo-si mama, es precioso.

Lo siento si alguien me considera antigua o egoísta pero creo que hay momentos en la vida en que uno tiene que respirar hondo, mirar a sus compañeros de ascensión, disfrutar de sus logros y sentirse el Rey del Mundo por un instante. Pienso que ni un millón de tweets o llamadas pueden hacer sentir la emoción de un ascenso a alguien que no lo ha realizado y que hay que defender el derecho de  disfrutar de ciertos momentos en soledad.

Y dejad de poner antenas en el Himalaya, por favor!

Comentarios anteriores a marzo de 2014

 

Publicado por O Venturoso

Lunes, 16 de mayo de 2011 | 20:43

Cuanta más tecnología tenemos, más romanticismo se le quitan a las acciones que en otro tiempo eran casi heroicas. Ya nada queda para uno solo, hay que compartirlo todo con todos.

Publicado por JRAlvaroGonzalez

Martes, 17 de mayo de 2011 | 12:23

Muy acertada tu reflexion. El hombre este que subió a la montaña me pregunto ¿qué lo hizo para mandar un tweet? ¿para que los demás lo supiese? ¿O lo hizo como reto personal y sólo personal? Lo bueno es que según dices ya había estado antes allí con lo cual imagino que lo haría para tweetearlo, en cualquier caso creo que es de locos.Eso y que dejen de poner antenas en el Himalaya.

Publicado por Buenavista55

Miércoles, 25 de mayo de 2011 | 12:37

Simplemente decirte que estoy muy de acuerdo con lo que dices en el artículo. Hay algo  que también me gustaría que se recuperase: el poder estar  tranquilamente viajando en un tren o en un autocar disfrutando del  viaje, sin tener que oir todas las llamadas de móvil o el zumbido de los ordenadores portátiles.

Publicado por Jose Carlos DS

Martes, 31 de mayo de 2011 | 14:01

Totalmente verídico, eso de que en el momento más inoportuno te llamen y tengas que coger el telefono, más cuando estas en un destino alejado y cualquier segundo de demora es un pálpito en el corazón de la familia que quiere saber que estamos bien xDDDesconocía lo del Everest y el tweet, hay que estar enganchado coño jajaSaludos!!! http://www.laproximaparada.com

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