La experiencia de Viajar a Marrakech  y visitar un hamman tradicional cambia tu  concepto de aseo personal para siempre.

Fue una de las vivencias más interesantes del viaje  y aunque puede resultar chocante y hasta extraña en ciertos momentos, recomendamos probarla, para entender una parte muy importante de la  cultura marroquí.

Antes de contaros paso a paso  nuestra experiencia visitando  un hammam tradicional en Marruecos , compartiremos algunos datos útiles para entender de que estamos hablando.

Datos útiles:

En Marrakech hay dos tipo de hammams:

• • El Hammam tradicional: dedicado a la limpieza y exfoliación de la piel y que hombres y mujeres usan separadamente una vez a la semana.
  • El Hammam tipo Spa: con salas para parejas y dedicado más al relax y masaje que a la limpieza.Están pensados sobre todo para extranjeros y son bastante más caros y lujosos.(A partir de 450 dirhams o 45€ la entrada)

Nosotros elegimos el Hammam Ziani, un hammam de tipo tradicional, dedicado al aseo personal y con salas separadas para hombres y mujeres pero muy preparado para turistas (a la entrada tienen fotos de cuando Harvey Keitel y Orlando Bloom pasaron a darse unas friegas por allí).

Lo elegimos por comodidad, ya que podíamos ir los dos a la vez (en algunos pequeños turnan los días por sexos) y con la entrada proporcionaban el kit de aseo necesario: jabón negro, guante Kessa para la exfoliación y ropa interior de un solo uso.

La entrada, el kit, el servicio de gommage, un masaje de 60 minutos y té de menta en una coqueta sala nos salió por 200 dirhams ó 20€ cada uno.

Aunque nada más entrar nos fuimos cada uno por nuestro lado, el ritual es igual para ámbos sexos.

El Ritual del hamman paso a paso:

Los nombres los pondré en francés, que queda más elegante y era el idioma que se hablaba allí dentro ( yo no me enteraba de nada y tuvimos que recurrir a los gestos todo el rato)

• Le sauna

Primera parte del tratamiento, destinada a abrir los poros de la piel.

La sauna del hamman era pequeña y acogedora, coronada por una cúpula blanca con cristales encastrados que dejaba pasar una luz tenue y coloreada. Había mucho vapor que hacía que no se viera a nada (ni a nadie) a centímetros de distancia. Fue el momento mas bello y relajado de todo el proceso.

*En el hamman Ziani nos dieron un escueto tanga de usar y tirar (chicas) y un escueto pareo  en el caso de los chicos.Esa sería nuestra única vestimenta para toda la “sesión”.En otros hamman tienes que llevar ropa interior de recambio para usar en el interior.

• La Maddame

  Tras media hora sudando, una trabajadora del hamman a la que llamaré “la madamme” (en el caso de los chicos es un “monsier”) me cogió de la mano y con cuidado de que no patinara me llevó a la “sala de lavado”.

Allí sentada en un taburete, la madamme me echó agua muy caliente por todo el cuerpo con la ayuda de un cazo (no entiendo porqué pero en el caso de los chicos les piden que se peguen una ducha y punto).El proceso llevó unos 5 minutos largos durante los cuales tuve que hacer una especie de tabla gimnástica garante de que no quedara parte del cuerpo bien empapada.

*Vocabulario básico de francés para esta fase y las siguientes: maddame pregunta «¿Comment ça va?» que significa ¿que tal? y se responde «sa va bien»

• Le Gommage
  

Este es el momento estelar del ritual de limpieza y la fase más vergonzante.Madamme se calzó el guante de kessa que rascaba como un estropajo tipo “nanas” y me frotó todo el cuerpo hasta que retiró todo rastro de célula muerta.¡Increible la cantidad de roña que salió de mi cuerpo!

*En el hamman Ziani , el proceso se llevaba a cabo tumbados vuelta y vuelta en una especie de mesas de marmol.En otros más sencillos, se hace de pie.

• Le Savonnage

En esta fase es donde interviene otro de los básicos del ritual del hamman: el jabón negro, hecho de aceitunas y de tacto y olor delicioso.Esta fase es más dulce y tiene un punto que te retrotrae a la infancia, cuando eras niño y tus padres se ocupaban de tu aseo.Te enjabonan y lavan el pelo sin que tu tengas que mover un dedo.¡Tre bian!

• Le Massage

Fase final y opcional que nosotros contratamos por no decir que no habíamos hecho el ritual completo, aunque me pareció que solo los turistas pasábamos por esta sala.

La misma “madamme” que me había dejado como los chorros del oro fue la encargada de darme una paliza , perdón, un masage duro que me dejó los musculos tan estirados que parecían de chicle.Creo que también me echó cremas y aceites.No lo recuerdo.El masaje duró 60 minutos.

• Le té

Dos horas después finalizó nuestra visita al hamman y nos reencontramos en la bonita sala de te del a recuperar líquidos y comentar la experiencia vivida.Ambos nos sentíamos muy limpios y bastante aletargados.La experiencia había resultado más que placentera, «interesante».

Hubo momentos muy agradables, como el enjabonado, otros que nos hicieron sentir ridículos como ir de la mano de un desconocido vestidos con  tangas de papel y otros vergonzantes, como ver la roña que salía de nuestras pieles, teoricamente limpias.

Una de las cosas que más nos gustó fue la atmósfera del hamman con sus interiores revestidos de marmol blanco.El contraste entre las agitadas y ruidosas calles de Marraquech con la tranquilidad que inunda los baños es algo impactante que acentúa aún más la sensación de «estrañeza» que se siente dentro.

El concepto de aseo personal como un acto individual y privado es algo que tenemos  muy arraigado en nuestra sociedad.En Marruecos no es así en absoluto y nos chocó lo aseados que son hombres y mujeres en general.La sensación al salir fue de que no habíamos estado tan limpios en nuestras vidas.

 ACTUALIZACIÓN 2018: Nos escriben algunas personas preguntando por la posibilidad de reservar el hamman o asegurarse un precio fijo (el que conseguimos nosotros fue regateando) por lo que os dejamos el enlace para reservar en otro hamman de la medina que sigue el mismo ritual, con buenos precios y reserva anticipada en español (15€ exfoliación y enjabonado, 23€ incluyendo masaje)

Texto y fotografías ©Viaxadoiro 2016