Desde que empezamos a planear nuestro viaje por Yucatán teníamos claro que Mérida sería una de las paradas de nuestro circuito.

Queríamos conocer una ciudad cien por cien colonial y nos parecía un buen punto de partida para conocer la Ruta Puuc y disfrutar de la comida yucateca.

Estuvimos allí 3 días, que nos parecieron suficientes para conocer el centro y hacer un par de excursiones.Basada en nuestra experiencia hemos creado esta pequeña guía para visitar la ciudad y sus alredores .

• CONOCIENDO LA CIUDAD

Aunque la primera impresión fue la de una ciudad infinita donde las calles parecían no acabar nunca, orientarse por Mérida es fácil.Todas las calles están numeradas: de Norte a Sur discurren las calles pares, de Este a Oeste las impares.

El centro de la ciudad es la Plaza del Zócalo o de la Independencia en la 61 con la 60, frente a la Catedral.Allí no faltan los puestos ambulantes, los limpiazapatos, las parejas de la mano ni las calesas de caballos.

En torno al zócalo está la Casa de los Montejo, familia de conquistadores y fundadores de la ciudad de Mérida.La vivienda, que puede visitarse, es una maravilla de la arquitectura del siglo sXVI y su
fachada una de las más conocidas y mejor trabajadas de la arquitectura del plateresco en latinoamérica.

Al Sur de la Plaza de la Independencia la actividad se intensifica.Es la zona de los mercados donde venden todo lo que uno puede necesitar en su día a día: calzado, ropa, tabaco, prensa, telas, piñatas, cedés de música, herramientas…Es una zona bulliciosa, frenética, donde el turista llega a sentirse un poco fuera de lugar, aunque es curioso ver el ambiente y algunos escaparates.

Hacia el Norte, el ambiente es más pausado.Hay varios hoteles, restaurantes y tiendas de artesanía y recuerdos.

Se puede pasear tranquilamente y husmear en los patios interiores de las haciendas dedicadas a hotel de lujo, que son una auténtica maravilla hasta llegar al Paseo de Montejo,un boulevard a la europea con casonas afrancesasdas construida para satisfacer las demandas de los ricos hacendados del henequén.

Al comienzo del boulevard está el Palacio Cantón que alberga el Museo regional de Antropología e Historia.

Cantón Rosado era un político y rico hacendado que construyó este palacete en la época en que al henequen se llamaba el “ oro verde”.

En la planta baja hay fotografías que reflejan las fases de construción del palacete: un lujo y una odisea en su época.La escalera principal de marmol labrada en Italia y traida desde allí en barco es prueba de ello.

En las siguientes plantas hay objetos procedentes de las excavaciones de la zona Puuc y exposiciones temporales.

Es un museo pequeño, que se recorre en menos de una hora pero a nuestro juicio muy interesante.
Al final del paseo hay una heladería con ricos sorbetes y una terraza tranquila.

• COMIDA YUCATECA

La comida yucateca es tan rica y variada que justificaría por si misma un viaje a esta zona del país.
Platos Imprescindibles son la sopa de lima ,hecha con pollo,cebolla, tortitas de maiz y un toque de lima y la exquisita cochinita pibil preparada en horno de tierra o pibil a fuego lento durante horas.Solo así la cochinita pibil hace honor a su nombre.

Pero no solo de cochinita vive la cocina yucateca, entre sus especilaidades podéis comer padpazules, camarones (langostinos) envueltos en coco con salsa de tamarindo, carne de caracola, boquinete en salsa de huitlacoche…Las recetas son muchísimas y no hay que precuparse por el picante porque en la mayoría de los platos suele venir aparte.

Fuera de los restaurantes, también se pueden probar auténticas delicias.Las marquesitas , son una especie de rulo de masa relleno de queso o nutella , y de los helados nos gustó especialmente el helado de queso de bola.

Si te toca un día frío y lluvioso, nada mejor para entrar en calor que un chocolate maya recién hecho.

• DE COMPRAS POR MÉRIDA

En cuanto empiezas a pasear por las calles del centro de Mérida te entran ganas de comprarte hamacas, guayaberas,huipiles (camisas mayas) y sombreros.
Hay muchas tiendas enfocadas a los turistas  y que estan abiertas hasta muy tarde. En todas explican que las hamacas/guayaberas/sombreros que venden ellos son “las buenas” porque tienen más hilos/mejor tejido/mayor duración así que decidirte  y a la vez regatear puede ser un placer o acabar estresándote.

Nosotros optamos por comprar una hamaca en  una cooperativa ubicada en una casona de arquitectura colonial donde no se aceptaba regateo, las artesanías parecían de calidad y el ambiente era más relajado.
También visitamos los mercados al sur de la Plaza de la Independencia pero no compramos nada. Nos gustaron algunas  telas y  huipiles pero no vimos  hamacas ni artesanías finas.
Como curiosidad, en una pequeña tienda de Mérida pudimos comprobar como aún se siguen vendiendo los maquech o “escarabajos joya”

• EXCURSIONES DESDE MÉRIDA

El pueblo mágico de Izamal:  uno de los más hermosos pueblos  de México. Todas sus edificaciones están pintadas de amarillo y  fue el lugar elegido por Juan Pablo II para su bendición a los indígenas.

En el mismo pueblo se conserva parte de una pirámide cuya cima es accesible y sirve de mirador sobre el convento y su entorno.

La Ruta Puuc:Puuc es una región del Yucatán donde hay varias de ciudades mayas que rendían culto  al dios Chaac o dios de la lluvia.La más grande es la maravillosa y mágica Uxmal.En nuestro caso además, combinamos la Ruta Puuc con la visita a una casa maya donde nos enseñaron a hacer tortitas y trabajar el henequén, entre otras cosas.

Uxmal también se puede visitar de noche para asistir al espectáculo de luz y sonido.

En el centro de la ciudad hay agencias que ofrecen excursiones y te llevan en cómodos todoterrenos con guía si que tengas que precuparte por nada.

Cenotes de Cuzamá:Excursión de día entero disfrutando de varios cenotes en plena selva de Yucatán .

 

Otra visita interesante y que a nosotros  nos quedó pendiente es visitar una hacienda.
ALOJAMIENTO:Nosotros nos alojamos las tres noches en el Hotel Trinidad: barato, super céntrico, de estilo colonial y con una pintaza desde afuera impresionante.Por dentro la cosa cambiaba un poco: había regimientos de mosquitos que no permitían disfrutar del patio, el WIFI funcionaba por zonas y las habitaciones sin aire acondicionado olían a humedad.Las que tienen aire acondicioando son sencillas pero correctas y sirven un desayuno bastante bueno con tostadas, fruta y café.Recomendable en su categoría.

texto y fotografías ©viaxadoiro 2014