Diario de un viaje a Egipto. Día 5
Hoy toca la visita a los templos de Abú Simbel en autobús , una paliza considerable que esperamos se vea recompensada por tan afamados templos.
Nos despiertan a las 2:30 am para ir a Abú Simbel en el comboy militar.Como es muy temprano no hay desayuno buffet.Tomamos café expresso en recepción y nos dan unas cajas verdes con pan, queso, un huevo cocido, plátanos, zumo…para más tarde.
Llevamos la almohada del barco para dormir en el bús, que cogemos a las 4 con retraso. Un cuadro, vamos.
En esta excursión no viene Karim de guía, ya que ha de ocuparse de un nuevo grupo que acaba de llegar para hacer el crucero entre Aswan y Luxor y nosotros pasamos todo el viaje de ida durmiendo.
Cuando despertamos el sol ha reaparecido en todo su esplendor y el nuevo guía nos agrupa al llegar.Somos unos 50, y durante esa visita responderemos al nombre de faraones y faraonas. Empezamos a darnos cuenta de la suerte que habíamos tenido con Karim…
Coincidimos en la visita con los del barco escuela del Museo Egipcio de Barcelona.
Los templos excavados en la roca nos decepcionan un poco, pero es normal cuando se espera tanto.
La posición actual, con la gran explanada delante difiere mucho de la perspectiva que los antiguos viajeros debieron tener del mismo,creo que es como si sacas los monumentos de Petra del desfiladero,seguirían siendo impresionantes pero no tanto.

Maqueta donde se ve la ubicación original de los templos de Abu Simbel a orillas del Nilo y la ubicación actual varios metros por encima para evitar que quedaran bajo el agua.
Intentamos entrar en el interior de la cúpula que soporta la montaña artificial, pero la policía turística es estricta respecto al tema,- por orden del mismisimo Zahi Hawas,está totalmente prohibido!.
Al regreso los montículos del desierto parecían pirámides y hasta vimos un espejismo! De vuelta a la motonave hay niños recogiendo las cajas de comida que nos dieron en el barco. Saben que nadie las acaba y de otra manera esa comida acabaría en la basura.
El barco debía zarpar a las 14:00 rumbo a Luxor pero se han retrasado las visitas de otro grupo y no salimos hasta las 16:00.Después de comer fuimos a hablar con Sherif, el masajista del barco que día anterior nos había ofrecido un descuento de 2×1 si íbamos dos parejas.
El masaje nos dejo más molidos que relajados pero fue una experiencia.
Llegamos al templo del cocodrilo en Komombo a las 18:00.Como ya habíamos visitado el edificio de camino a Aswan nos fuimos un grupo a una shishería a fumar,beber te y bailar.También dimos de comer a los camellos y nos regalaron unos ramos de menta.
Regresamos al barco para la cena.Había de nuevo fiesta de la chilaba,esta vez nos vestimos rápido para ver la charanga musical que monta ese día el personal del hotel.
Llevamos una semana en el barco y ya conocemos a casi todos,los chicos de las tiendas,Ahmed el recepcionista, el camarero que nunca olvida poner tabasco en la mesa, Sherif el masajista…
El barco navegó toda la noche.Estaba previsto llegar a Edfú a las 6 de la mañana para la visita.Por un día decidimos ahorrarnos el madrugón y reponer fuerzas para lo que nos quedaba de viaje.
© O ViaxaDoiro,2010